¿Te imaginas el lujo que debe ser vivir en un hogar que produce más energía de la que consume? ¿Y que encima el Gobierno te pague por ese exceso? Aunque parezca ciencia ficción se trata de la realidad. Lo que pasa es que tenemos que viajar hasta Europa para conocerlo. En Alemania ganan las energías verdes.
¿Por qué abandera Alemania el autoconsumo de electricidad en el hogar?
Aunque no te lo creas, Europa no es el gran baluarte de la energía verde que te quiere hacer pensar. Es cierto que se están dando pasos hacia delante, pero la mayoría chocan contra regulaciones que parecen proteger a las energías de otro tiempo.
Existen leyes de lo más variopintas. Empezando por aquellas que colocan impedimentos en el proceso y terminando en los casos en los que el ciudadano que no consuma electricidad tiene que pagar al estado una tasa. Unas realidades que a veces se nos escapan de las manos.
No obstante, a Alemania sí que debes mirar. Allí se encuentra la otra cara de la moneda. Es el gran referente mundial.
¿Cómo funciona el sistema alemán de electricidad?
Todo radica en una norma que fue promulgada en el año 2000 por el Gobierno alemán. Un gesto que supuso una declaración de intenciones en toda regla y que desde entonces ha catapultado su desarrollo verde. De hecho, las cifras lo atestiguan. Más del 30 % de la energía que producen es sostenible y no hay un solo país que se acerque a esta cuantía.
Así funciona la norma: las compañías eléctricas se ven obligadas a pagar una cuantía a las viviendas que fueran autosostenibles y que, además, cedieran elexceso de energía a la red conjunta.
Por ello, en el país se encuentran las conocidas como las Villas Solares. Zonas enteras donde la energía solar es la única empleada. Allí han empleado la última tecnología en placas, que son capaces de producir cuatro veces más energía que la que necesitan.
¿Será este el futuro de los estados?
Parece que no quedan muchas más opciones. En el año 2022 el país germano cerrará sus plantas nucleares y la necesidad de que las energías sostenibles sean una realidad es clara.
De todos modos, las perspectivas son optimistas. Solo hay que compararlo con España, por ejemplo. Alemania cuenta con muchas menos horas de sol, pero resultados de producción entre uno y otros dejan en pañales a las personas con las que compartimos el idioma…