Elige el mejor sofá-cama para tu casa con estos consejos

Uno de los muebles cuyo protagonismo está creciendo más que el precio del alquiler es el sofá-cama. En un mundo donde para comprar un metro cuadrado más hace falta hipotecar un hígado, parece que la lucha eficiente por el espacio resulta fundamental. En esta tesitura, hoy te queremos ayudar a elegir el mejor exponente posible.

Cómo elegir el mejor sofá-cama para tu salón

Cómo elegir el mejor sofá-cama

Entremos en faena. Quítate la chaqueta y arremángate. Empezamos la tarea más dura de este puzle que nos va a dar la tarde. ¡Elegir un sofá-cama no es una tarea sencilla! Piensa que se convertirá en santo y seña de tu salón y lugar de descanso para tus invitados. Una responsabilidad así no puede tomarse a la ligera. Bueno, por lo menos no se puede tomar así si eres buena persona. Los villanos son otra cosa.

En este sentido, toma nota de estos pasos fundamentales para elegir un sofá-cama:

  • Comprueba que sea fácil de abrir y cerrar.
  • Calcula cuánto espacio tienes disponible.
  • Mejor que sea fácil de limpiar
  • No dejes de lado el factor decorativo.
  • Pruébalo. Siempre pruébalo antes de comprarlo.

¿Los analizamos por separado?

Comprueba que sea fácil de abrir y de cerrar

Esto es fundamental. La gracia de un sofá-cama es que pueda cambiar de forma y de función. Piensa en él como en un Transformer. Si solo pudieran estar en su posición de vehículo o de robot, ¿pues qué gracia tendría?

Aquí es lo mismo. Cuando compras un sofá cama, tú no estás comprando ni un sofá ni una cama, sino algo intermedio. Estás pagando por el movimiento, por esa facilidad para adaptar tu salón a las circunstancias del día a día.

En este sentido, resulta radicalmente importante que se pueda abrir y cerrar fácilmente. Piensa a que lo más habitual es que permanezca siempre cerrado y que cuando o tengas que abrir sea porque ha habido un imprevisto o que justo tienes invitados en casa. Si tienes que montar una obra para conseguirlo, pues vaya apaño.

Calcula cuánto espacio tienes disponible

Esta es otra. Anda que no habrá personas que se han llevado una sorpresa cuando han tratado de abrir el sofá. Recuerda que lo coloques donde lo coloques, en algún momento se abrirá. Y, ¿sabes qué es lo que esto significa? Que en ese caso ocupará mucho más espacio. Entonces, tienes que tener todo esto medido.

Antes de acudir a la tienda a por él, piensa dónde lo vas a colocar, lo sencillo o complicado que te será mover el resto del mobiliario y de cuánto espacio dispones en total, que también es fundamental ante esta tesitura.

Mejor que sea fácil de limpiar

Hay pocas tareas que sean más tediosas en sí mismas que la de limpiar un sofá. Por ello, a la hora de acudir a por tu sofá-cama, sería maravilloso que pudieras cerciorarte de que el material del que está compuesto es fácil de limpiar. Más que nada, porque si tienes la posibilidad de escoger pues, hombre, no la dejes pasar, que siempre es interesante invertir ese tiempo en otras tareas diversas.

No dejes de lado el factor decorativo

Aunque es cierto que la comodidad y otras realidades priman a la hora de elegir un sofá-cama, no hay que olvidar que el elemento decorativo también es fundamental. Por ello, escoge con cuidado el color, el material y toda esta parafernalia de realidades que conseguirá que encaje a la perfección en tu salón.

Pruébalo. Siempre pruébalo antes de comprar

Fácil y rápido. Es la manera más sencilla de conocer si este sofá te permitirá estar a gusto en tu hogar. Así que tómate tu tiempo, siéntate en él. Túmbate cuando no mire el propietario de la tienda y seguro que así encuentras ese lugar que te está esperando.

Una pregunta antes de que te vayas. ¿Qué tiene que tener un sofá ideal para ti?

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