Los primeros drones sobre los que habrás oído hablar eran aquellos de uso militar. Pero estas pequeñas aeronaves controladas remotamente con capacidad para tomar fotografías o grabar vídeos están cobrando cada vez más popularidad entre la población civil. Y todo debido a sus precios accesibles. El sector inmobiliario no es ajeno al uso de esta nueva tecnología que puede ser aprovechada tanto por compradores como por compañías de bienes raíces.
Drones y clientes
Hoy en día, cualquier usuario puede valerse de un dron para buscar su futuro inmueble sobrevolando la zona de su preferencia, así podrá ver imágenes de construcciones en proceso utilizando el dron a distintas horas. También podrá analizar si lo que visualiza es un barrio con tráfico pesado o con muchos comercios alrededor para decidir la idoneidad de su elección.
Se debe tomar en cuenta que hay distintos drones comerciales, los cuales normalmente alcanzan una altura de vuelo de 120 metros. El dron debe ser controlado por alguien familiarizado con esta tecnología, ya que debe tomar en cuenta todos aquellos elementos que puedan bloquear el campo de visión o puedan interrumpir su paso: árboles, cables de líneas eléctricas o edificios de mayor altura, por lo que te recomendamos precaución si te decides a usar uno.
Un cliente que haya comprado un inmueble puede usar el dron para revisar los avances de obra sin necesidad de hacer una visita presencial, evitando los peligros que implican entrar a una construcción.
Drones y empresas del sector inmobiliario
- Los arquitectos pueden valerse del uso de drones como apoyo visual para levantar sus planos, ya que estos aparatos les brindan una vista panorámica del terreno.
- Más adelante, los drones pueden servirle a los responsables de obra para vigilar el correcto avance de la construcción, así como el cumplimiento de todas las normas de seguridad, desde distintos enfoques. Incluso, las imágenes obtenidas por dron podrían revelar fallas que deben ser corregidas.
- Asimismo, las imágenes aéreas del dron pueden servir para la publicidad de las construcciones ya terminadas, complementando o reemplazando los vídeos 3D hechos en computadora y las fotografías. Un vídeo aéreo puede destacar ciertas partes del inmueble a ser vendido o alquilado desde una perspectiva diferente que sea más atractiva para el potencial cliente.
Si bien en Perú no se encuentra muy extendido el uso de drones entre la población, una empresa constructora que contrate este servicio a una operadora de drones se encontraría a la vanguardia y ofrecería un valor agregado a sus clientes, aumentando sus posibilidades de venta o alquiler. Un vídeo en movimiento llega más a los clientes que una imagen fija y si a eso le sumamos una presentación innovadora de la vivienda, donde no solo se ve el inmueble sino el entorno donde se ubica, se produce el efecto multiplicador deseado.