3 consejos para montar un despacho más productivo en casa

José llevaba un año trabajando desde su casa y cada día se sentía un poco más estresado. Dejar la oficina e instalarse por su cuenta le había parecido la mejor idea en su momento, pero ahora ya no las tenía todas consigo. Puede que la relajación de un horario, la responsabilidad mejor y el saber que al volver el tiempo libre sería de ocio estaba ganando enteros en su lista de prioridades. No obstante, siempre había sido un gran luchador, así que antes de volver al trabajo se iba a dar una última oportunidad: ordenar su despacho de tal manera que fuera mucho más productivo.

Así se enfrentó José a la reorganización de su despacho

Cómo tener un despacho productivo en casa

José tenía clara una realidad. Para conseguir que su despacho fuera mucho más productivo no bastaba con colocar un par de parches, sino que había que organizarlo todo desde cero. Las cenizas traen consigo siempre las mejores posibilidades y había llegado el momento de ser lo suficientemente valiente como para revolucionar por completo su vida.

Quizá no tuviera claro de primeras qué era lo que tenía que hacer, pero él, que siempre había sido muy observador, sabía que había conductas que no se podían repetir. Estas eran:

  • Cada trasto tiene que tener su lugar. Y no, el lugar de los objetos no será nunca tu escritorio. Este tiene que ser siempre un espacio de trabajo y cuantas más distracciones tengas sobre la mesa, menos tiempo estarás dedicándoselo a lo verdaderamente importante.
  • La organización también es digital. De nada servirá ser pulcro y ordenado de manera física si después cuando encendemos el ordenador todo se convierte en un bosque encantado. José sabía que esto le podía dar mucha más pereza, pero el resultado fue muy positivo tras atreverse a cambiar.
  • La luz artificial agota. No somos conscientes de lo perjudicial para la vista, la salud y la productividad que puede llegar a ser una bombilla. Ningún animal está preparado para aguantar largas jornadas laborales con tantos estímulos que resecan la vista. Contar con una fuente de iluminación natural puede cambiar totalmente la manera en la que desempeñamos la actividad. Por ello, el despacho de José ahora cuenta con una ventana muy amplia. Nunca viene mal recordar que también existe una realidad allí fuera.

Pero claro, en la vida no basta con saber qué no hay que hacer. También es imprescindible dar pasos hacia delante en la dirección correcta.

Las decisiones de José para lograr una mayor productividad en su despacho

Cómo organizar en casa un despacho productivo

Fue un duro proceso de reflexión. Un día entero contemplando en silencio las posibilidades para tener conciencia de qué se estaba realizando.

  • El despacho se convirtió solo en un lugar de trabajo. Uno de los problemas que tenía José para concentrarse en su despacho es que su mente en ocasiones no parecía preparada para ello. Sin embargo, fue lo suficientemente observador para darse cuenta de por qué fallaba, de cuál era esa diferencia que cuando estaba en una oficina le permitía trabajar sin distracciones, pero que en su propio hogar le estaba poniendo pegas. Después de todo, los seres humanos somos animales de costumbres y de esta manera tenemos que acostumbrar a nuestro cuerpo a funcionar de una determinada manera. El caso es que José acostumbraba muchas veces a ver películas dentro y esto es de todo menos trabajar. Desde este momento, dicha habitación sería únicamente la cuna de la productividad y del desarrollo de tareas.
  • Los horarios naturales. La gran ventaja de trabajar en el hogar puede terminar por convertirse en la razón por la que todo fracase. Siendo tu propio jefe eres el único dueño de tu tiempo y esto puede desembocar en que al final trabajes a horas intempestivas, cuando una vida organizada te daría muchas más alegrías de manera inevitable. Así que a partir de este momento José decidió que llevaría una vida mucho más ordenada.
  • Fuera del despacho no se trabaja. Otro hándicap con el que tiene que lidiar cada día José es con el hecho de que tiene dos hijos. Por tanto, estos dos torbellinos de energía son capaces de revolucionar cualquier día normal. Así que ha llegado a un pacto con ellos. Si ellos le respetan las horas dentro de su despacho, él no trabajará fuera de él. Todo el tiempo que tengan juntos será de calidad.

Así fue el proceso de decisión de José. No conocemos cuál ha sido el resultado de su empresa, pero sí que ha acudido a su despacho a trabajar mucho más tranquilo cada día. ¿Tú cómo organizarías una habitación para ser productivo?

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