¿Cuántas veces has permanecido quieto delante de una imagen para admirar su belleza? ¿Cuántas veces te han tomado por estatua en una exposición fotográfica al no mover un músculo por culpa de un retrato sobrecogedor? Porque las fotos tienen la capacidad de hipnotizar, de grabar en tu retina lo que representan para que la memoria pueda recordarlo tantas veces como quiera. En un anuncio inmobiliario, las imágenes que publiques serán el transmisor de información más valioso del que dispongas. Equivalen a la antesala de cualquier visita, pues el cliente necesita ser persuadido por lo que más tarde visualizará in situ. De ahí que la importancia de su cuidado pese lo suficiente como para decantar la balanza, tanto hacia el éxito como el fracaso. Y de verdad que no precisas ser un experto para realizar buenas fotografías. ¿Qué? Ya te veías envuelto entre luces rojas y tendiendo tu obra en una cuerda, ¿verdad? Entonces no echaremos tus sueños por los suelos.
Estos 9 consejos te servirán para que puedas exponer en el Guggenheim de Nueva York, ni más ni menos:
1. Equipo mínimo: Con mínimo nos referimos a lo indispensable, a dos piezas fundamentales para que aquello de tomar fotos no se convierta en una odisea: cámara y trípode. ¿Para qué quieres más? Sin lo uno no tendrías el aparato que te permita capturar momentos, y sin lo otro echarías en falta cierto apoyo. El anímico ya te lo damos nosotros.
2. Sin iluminación no vas a ningún lado: Si la mayoría de plantas requieren de luz para vivir, también la necesitan las imágenes para que tus anuncios sobrevivan en el mercado. Y no recurras a los filtros que facilita Instagram, por favor. Tan sólo debes realizar las fotos durante una franja horaria diurna, así el usuario tendrá constancia de la iluminación natural que entra en la vivienda. En el caso de que alguna estancia esté privada de luz exterior, aprieta los interruptores para que no dé la sensación de que ocultas algo.
3. Di no al contraluz: Puede que el título de este punto suene a iniciativa popular, a “plataforma contra el abuso del contraluz”. Pero es que por aquí estamos hartos de ver fotos en las que no se distinguen ni siluetas ni formas; tan sólo sombras y destellos difusos. ¿Verdad que no estás trabajando en ningún proyecto fotográfico con mirada posmoderna sobre el estudio del contraluz? Pues ya sabes lo que toca: no dispares el obturador si tienes el sol de cara.
4. La altura es importante: Debes tener en cuenta que las fotografías del anuncio son un aperitivo de lo que viene después, y si todo va sobre ruedas ese “después” debería simbolizar la visita en persona del cliente. Por lo tanto, haz que puedan percibir lo que luego verán cuando se encuentren entre los muros de la casa. Lo que queremos decirte con esta perorata es que sitúes la cámara a la altura de tus ojos; ni demasiado arriba ni demasiado abajo. ¿Para qué ibas a enseñar más techo del necesario? ¿Por qué le reservas al suelo un papel tan relevante?
5. El ángulo correcto: Si lo que pretendes es abarcar las verdaderas dimensiones de una habitación en su totalidad, lo mejor que puedes hacer es dirigirte a las esquinas de las estancias y fotografiar desde ese ángulo. La perspectiva perfecta es la que ofrecen los rincones. ¿No conocías la frase? Normal. Nos la acabamos de inventar.
6. Lo torcido equivale a error: Un craso error, desde luego. Deberían dolerte los ojos cada vez que sacas una foto cuya imagen está claramente torcida. ¿O acaso vivimos en un mundo inclinado en el que tenemos que escalar y esforzarnos para llegar a algún lado? Pues ahora que nos lo preguntamos: sí. Aunque las imágenes de la casa tienen que aparecer enderezadas.
7. Que todo esté en orden: La pulcritud de una propiedad dice cosas muy lindas sobre los que viven en ella. Transmite cuidado, esmero, atención. Contagia las ganas de habitarla. Todo lo contrario ocurre cuando una vivienda parece haber sido el escenario de una batalla. Por eso mismo, creemos conveniente que recuerdes lo siguiente antes de fotografiar el inmueble: limpiar a conciencia para tener la consciencia limpia.
8. Piensa en el ojo de pez: Tendrías que dar uso al efecto ojo de pez del que presume tu cámara cuando los espacios son sumamente diminutos. De esta forma, el usuario disfrutará de una sensación envolvente, como si estuviera dentro del lugar donde se toma la foto.
9. El vídeo se valora: Estamos aquí para que puedas sacar todo el potencial de tu cámara, como ya habrás podido comprobar. Porque si nos ceñimos al anuncio de una propiedad, la opción de vídeo se presenta como un auténtico plus. Algo que el usuario agradecerá profundamente, pues lo estarás llevando de tu mano por todas las estancias de la casa. Si quieres que tu publicación despunte por encima del resto, no lo dudes y dale al play.
Ya puedes tener el catálogo preparado para que el público no pueda apartar su mirada de tu arte.
Fuente de la imagen: https://www.laencontre.com.pe/inmueble/c65249 – Sothebys