Durante los tiempos remotos en que el pensamiento del hombre se cubrió con un manto oscuro, allá durante el Medievo europeo, algunos intelectuales de talante reaccionario creían que la risa iba en contra de las costumbres rígidas que gobernaban el mundo de aquella época. Según los criterios que guiaban su conducta, reír no estaba bien visto. La seriedad y la circunspección constituían el comportamiento que debía practicarse a todas horas. En resumidas cuentas: aquellos eruditos eran unos aburridos de tomo y lomo. Sólo con pensarlo el tedio se instala entre nosotros para contagiarnos de bostezos interminables. A día de hoy, el sentido del humor es tan necesario en nuestra vida como los fines de semana o el Día Nacional del pisco sour. ¿Qué haríamos si no pudiéramos romper en una estruendosa carcajada de vez en cuando? ¿Qué sería de nosotros sin esas risotadas a mandíbula batiente?
Hoy queremos que paséis un buen rato con algunos anuncios inmobiliarios teñidos de sentido del humor. Y de errores…
1. He aquí un anunciante que garantiza vistas frente a la playa para luego decir que no, que está bromeando. Un guasón de los que ya no quedan.
2. Equivocarse en el momento decisivo, justamente cuando se requiere de información precisa. Un tutorial sobre cómo comprar una casa por mucho más de lo que vale.
3. Algunos son capaces de exprimir su nombre hasta el más puro ridículo con tal que captar clientes. Si alguien busca el término «wank» en el diccionario sabrá hasta qué punto ha sido capaz de explotar su apellido este señor.
4. Tenemos ante nosotros una oferta que jamás podríamos rechazar. Quien alguna vez haya podido resistirse a la combinación perfecta entre nuevo hogar + pizza gratis, que lance la primera piedra.
5. Aquí tenemos otro ejemplar que ha querido servirse de su apellido para darse a conocer. Incluso podría haber pensado en algo como «la madre del cordero de los bienes raíces». Pero no le demos ideas.
6. Estamos ante una especie en peligro de extinción. En serio. Es algo que no se ve todos los días. ¿Te has fijado en lo bien que casan el color de la tipografía con el de su bañador?
7. Conjugar en pasado puede reportar beneficios para el futuro. Que se lo digan al nombre de esta inmobiliaria.
8. Hay tantos nombres como estrellas en el cielo y van y eligen éste. Precisamente éste.
9. ¡Claro que sí! ¡2 x 1! Seguro que siempre quisiste un tatuaje para que recordaras el día en que compraste la casa, ¿verdad? Tatúate los planos del inmueble, o su precio. Incluso el nombre del anterior dueño junto a un corazón.
10. Os presentamos a un imitador de Rod Stewart que garantiza no haber dormido jamás desde que trabaja como agente. A ver quién se fía de su trabajo si no conoce el descanso.
Si lo que pretende conseguirse con este tipo de anuncios es llamar la atención, se ha alcanzado el objetivo con creces.