Reformar el hogar es siempre una decisión importante. A primera vista, las obras pueden parecer sencillas, pero implican muchas transformaciones, organización y conllevan unos buenos gastos. ¿Que los cambios nunca son fáciles? Eso ya lo sabemos. Sin embargo, a veces, son inevitables. Más aún cuando la cigüeña decide hacer una visita. Queriendo o no, llega un momento en el que tienes que planificar tu futuro y romper la alcancía. Entre todos los posibles apuros y adaptaciones en la rutina, lo mejor está por venir. La llegada de un bebé también es sinónimo de mucha alegría y unión en la familia.
Por eso mismo: ¡no te asustes! A continuación, te comentamos cómo puedes ajustar los ambientes de tu casa a las nuevas condiciones que requiere tu vida.
1. Seguridad en primer lugar
No te olvides de que el tiempo pasa volando. Cuando menos te lo esperas, lo que antes era solamente un bebé luego empieza a gatear y tocar todo que esté a su alrededor. ¿Quieres un consejo? Pon tapas y cierres de seguridad para evitar su acceso a cables sueltos, enchufes, cajones, productos tóxicos y objetos de punta.
2. Decoración inteligente
La decoración va mucho más allá del azul y el rosa. El tono de la pared es importante, pero la habitación debe ser un lugar donde el niño se sienta a gusto para explorar. Al elegir el mobiliario, opta por artefactos de diferentes formas y murales de diferentes colores. Estos trucos ayudan a estimular los sentidos de la criatura. Amuebla su dormitorio de manera práctica, para que con el paso del tiempo tenga todo a su alcance y aprenda, poco a poco, a adquirir hábitos de organización.
3. Iluminación
Está claro que debes aprovechar al máximo la iluminación natural en el cuarto del bebé, pero también es verdad que hay factores externos que pueden molestar el sueño del principito. Por lo tanto, elige luces incandescentes para lograr fácilmente una sensación cálida y acogedora en el ambiente. La clásica lámpara central de techo es suficiente, pero puedes iluminar la habitación con menor intensidad con una lámpara de pie o en la mesita de noche.
4. La casa limpia
La higiene del hogar es necesaria, sobre todo cuando tenemos niños en casa. Una idea podría ser la de utilizar productos de limpieza naturales como el vinagre o el limón, dejando los productos químicos para las limpiezas a fondo.
5. Ventilación
La habitación se convertirá en el espacio donde tu bebé pasará más tiempo, y la mejor manera de renovar el aire es manteniendo abierta la ventana. Para que entre el aire lo más limpio posible, lo mejor consiste en abrirla por la mañana. Si vives en un clima frío, busca un momento en el que la temperatura no esté tan baja para refrigerar el espacio. Y claro, saca al bebé del cuarto cuando quieras ventilarlo para que no se resfríe.
¿Has visto como no es tan difícil? Poco a poco, comprenderás las necesidades de tu bebé e irás adecuando los ambientes de tu hogar a las novedades que van surgiendo en tu día a día.