Si yo te digo nesting, ¿sabrías a qué me estoy refiriendo? No sé si identificarás el término, pero en Estados Unidos y en Europa ha cobrado mucho protagonismo. Parece que a todo hay que darle un nombre cool para transformar lo que puede interpretarse como desgracia en una suerte. ¿Quieres que hablemos sobre ello?
Nesting: lo irónico de transformar lo pobre en bueno
Nesting es un término que proviene del inglés y que se refiere a una tendencia de los jóvenes de todo el mundo que ahora prefieren pasar su tiempo libre en casa antes de salir por ahí a pasarlo bien.
¿Qué te parece? ¿Te convence? Seguro que no. ¿No notas que hay algo que chirría en todo este análisis? ¿Sabes por qué es?
La prensa internacional siempre ha tenido el defecto de querer encontrar una noticia —demasiado positiva o negativa— donde no la hay. Por ello decidieron que las penurias económicas de tantos jóvenes debería ser motivo de júbilo.
Así que se armaron de valor y decidieron preparar un término nuevo para conmemorar esta situación.
Como te puedes imaginar, el enfado de los jóvenes fue muy elevado. Alzaron sus voces para gritarle al mundo que bastante tenían con tratar de sobrevivir en este mundo, para que encima se acercara cualquiera a decirles que estaban atravesando una gran etapa.
¿Y qué pasó con el término?
Pues como te puedes imaginar, el término perduró a la moda. Cuando el oleaje se calmó y la ira se dirigió hacia otras publicaciones o situaciones, así que en la división del enfado, la furia cesó.
Hoy en día se sigue utilizando en estos medios para designar la práctica de mantenerse en casa mientras la vida continúa fuera. Al menos alguno ya admite que se trata de una cuestión económica, no de preferencia.
¿Tú qué opinas de esto?