Famoso en el mundo entero, no hay nadie que no sea conocedor de su leyenda. El impresionante boxeador que cautivó al mundo con su fortaleza nos dejó, por desgracia, hace ya unos cuantos años. Sin embargo, su legado nunca nos abandonará. Y, hablando de aquello que se quedó en esta fase terrenal tras su muerte, hoy te queremos mostrar la increíble mansión en la que vivió. Esta es la historia de Muhammad Ali.
Un golpe a tu realidad de Muhammad Ali: descubre su mansión
Porque si hay realidades que siempre superan a la ficción. esta es una de ellas. Un boxeador que tenía todos los astros en contra y que llegó al lugar que se propuso. Muhammad Ali fue un revulsivo, el niño rebelde al que nadie podría parar.
Así, después de su incontestable éxito se mudó a Michigan en el año 1975, lugar en el que compró una mansión que a día de hoy está valorada en casi tres millones de dólares. Cuenta con treinta y dos hectáreas y su distribución es realmente interesante, pues ni siquiera a golpes podría alguien sentirse incómodo en su interior.
Así, a los dos espacios comunes se les une un baño de vapor que parece del futuro. Las salas de masajes siempre fueron la perdición del boxeador, aunque tampoco pudo renunciar a una cancha de baloncesto para desestresarse llegado el momento. Y bueno, que un deporte se lleva en la sangre. Por ello había un ring de boxeo siempre disponible en su gimnasio.
¿Cómo abogaba por el estilo Mohammed Ali?
Lo tuvo claro. Él era un enamorado de lo clásico, por lo que su hogar tampoco contó con demasiadas circunstancias estrafalarias. Todo ello se repartía a lo largo de toda la mansión. Más allá de lo rústico, primaba la madera y los espacios. Siendo así, el único toque diferencia de color se encontraba en su jardín, donde el verde y lo natural tomaba todo el protagonismo.
Esta es la casa en la que vivió Mohammed Ali. Ahora es tu turno. ¿Te atreverías a encontrar una mansión en Perú de sus mismas circunstancias? Nosotros te las acercamos…