Con la dificultad que existe hoy en día para encontrar un alquiler a un precio asequible, son muchos los jóvenes que se hallan en la tesitura de contar con una única opción para independizarse y comenzar a vivir su propia vida: compartir piso. Aunque se trate de una posibilidad muy atractiva de tomar, la convivencia no siempre es fácil. Por ello queremos darte tres tips a la hora de disfrutar de un mismo espacio con otras personas.
Consejos para compartir piso
Una cosa tienes que tener clara. Si es la primera vez que compartes piso, será necesario que te armes de paciencia, que estés dispuesto a flexibilizarte y a no imponer tus decisiones. Si cualquiera de estas realidades ya te falla, la misión de compartir piso puede concebirse como menos halagüeña de lo que parece a simple vista.
De todos modos, nosotros vemos en ti una persona capaz. Por ello queremos regalarte estos tres tips:
- Pactad de antemano cómo se organizan los gastos.
- Respetad la intimidad de las habitaciones.
- La comida es de quien la compra.
Una vez todo esto está claro, toca analizarlas por separado.
Pactad de antemano cómo se organizan los gastos
Nosotros no queremos entrar a debatir la manera en la que te tengas que organizar con tus compañeros. Ello depende de cada cual. Por ende, te animamos a explorar y hallar la manera donde todos os sintáis más cómodos.
Sin embargo, a la hora de compartir piso lo que sí que te recomendamos es que pactéis de antemano el método que vais a emplear para repartir los gastos. Os vais a ahorrar más de una discusión a la postre.
Respetad la intimidad de las habitaciones
Compartir piso puede llegar a ser terriblemente agobiante. Que una cosa es que el ser humano sea un animal social y otra que no necesitemos nuestros momentos periódicos de soledad.
Por ello es tan importante que se respete la intimidad de las habitaciones. Es ese lugar mágico donde solo nos encontraremos nosotros y no tendremos que dar ninguna explicación. Tampoco compartir el oxígeno con otra persona.
La comida es de quien la compra
Hay guerras que comenzaron por temas menos serios que los relacionados con la comida. Hay mil manera de organizar la alimentación cuando te decides a compartir piso. Sin embargo, nosotros abogaríamos por esta. Que cada uno compre su comida. Repartid el espacio y respetad lo que ha escogido cada cual.
Haznos caso. Al final, si cada cual empieza a picotear de lo del otro, todo termina con que nadie repone y cada vez que te entre un antojo vas a encontrarte dicho alimento agotado en la despensa. Mejor que cada cual se haga responsable de lo propio.
Estos son los tres consejos que te queremos dar a la hora de compartir piso. Esperamos que te convenzan. Si no lo hacen, siempre puedes apostar por ir un poco más allá. Esto es, quizá el problema sea que no disponéis del suficiente espacio. Igual la respuesta a todas las preguntas es encontrar un lugar más grande.