¿Te acuerdas de cuál fue la última vez que rechazaste la oportunidad de reciclar? ¿Ese momento en el que una pequeña molestia para ti hubiera sido un respiro de oxígeno para este planeta y preferiste ser egoísta?
Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Todos hemos participado de alguna manera en el desgaste de la Tierra. Sin embargo, está en nuestra mano asumir esa responsabilidad y actuar para cambiar su sentido.
5 actos que te convierten en cómplice de la muerte de la Tierra
- Los camiones mezclan toda la basura. Esta afirmación es falsa. Los camiones de basura, por ley, deben disponer de compartimentos diferenciados para cada tipo de residuo.
- En el vertedero se junta todo. Más de lo mismo. Es posible que exista algún trasvase accidental, pero nada que no se solvente antes de pasar al proceso de reciclado.
- Los productos reciclados son de peor calidad. Otra patraña más a la lista. El papel se puede reutilizar hasta siete veces sin perder utilidad, mientras que materiales como el aluminio se pueden reciclar eternamente.
- Reciclar contamina más que fabricar nuevos productos. Otra mentira. No solo no es cierto, sino que además la energía necesaria para reciclar es muy inferior.
- El reciclado puede destruir puestos de trabajo. Esta es tan absurda que ni siquiera vamos a contestar.
¿Cuánto de tu tiempo vale el futuro de tus hijos?
¿Estás dispuesto a darnos una cifra?
Sabemos que no. Cuando la ecuación se plantea en estos términos no hay mucho más que añadir.
El futuro de las personas a las que queremos —y el futuro, a fin de cuentas— vale más que unos segundos que dedicar a reciclar cada desecho.
Con muy poquito te basta para marcar la diferencia.